Éste es el centenar de pruebas contra Cursach que misteriosamente desapareció del juicio
OKDIARIO accede al listado de pruebas que inculpan al empresario de la noche y que el fiscal Herranz no utilizó durante el juicio
Una prueba demuestra que un jefe de la Policía Local avisaba a Cursach de la hora en que iban a inspeccionar sus discotecas
El fiscal dejó escapar a Cursach tras una misteriosa desaparición de todas las pruebas del sumario
Un centenar de pruebas contra el empresario de la noche Bartolomé Cursach y los demás acusados fueron omitida de forma misteriosa dos semanas antes del inicio del juicio celebrado en la Audiencia de Palma. Es el juicio que concluyó con la exculpación de todos los acusados por parte del fiscal anticorrupción Tomás Herranz, quien entre lágrimas acabó pidiendo disculpas a Bartolomé Cursach por haberle acusado de delitos tan graves como soborno, pertenencia a grupo criminal, prevaricación y coacciones, entre otros.
Según la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO, hay un centenar de pruebas contra Cursach y los demás acusados que fueron omitidas en el escrito de acusación que presentó el fiscal Tomás Herranz, enviado por la Audiencia Nacional después que el fiscal Miguel Ángel Subirán fuera apartado del caso.
El juicio se celebró entre los meses de junio y diciembre de 2022 sólo con testigos y sin la utilización de ninguna de las pruebas que comprometían al empresario de la noche.
En el centenar de pruebas ocultadas hay miles de documentos incautados a los procesados, discos duros, ordenadores, informes informáticos, vídeos, grabaciones de audio, actas de intervenciones de la Policía, declaraciones de testigos protegidos, documentación sobre inspecciones a locales de Cursach y de la competencia, conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía y un largo etcétera.
Sólo a modo de ejemplo, se puede mencionar una prueba documental que demuestra sin ninguna duda cómo el jefe de la Patrulla Verde, también absuelto por los fiscales anticorrupción Tomás Herranz y Juan Carrau, avisa al director de la discoteca Tito’s, propiedad de Cursach, de la hora a la que van a hacer una inspección. Es una prueba que demuestra a las claras el trato de favor que recibía Cursach por parte de miembros de la Policía Local de Palma.
Tras la inspección con previo aviso a la discoteca de Cursach, la misma Patrulla Verde realiza otra inspección a una discoteca competencia de Tito’s y en este caso sin ningún aviso previo.
Esta prueba, como todas las demás, no fue tenida en cuenta durante un juicio donde precisamente se debía demostrar el trato de favor que recibía Cursach por parte de agentes de la Policía Local de Palma a cambio de sobornos. Era, por consiguiente, una prueba que inculpaba directamente al capo de la noche finalmente absuelto de todos los delitos.
Es sólo un ejemplo de lo sucedido en el juicio del caso Cursach donde los fiscales anticorrupción centraron sus esfuerzos en desacreditar a los testigos y en exculpar a los acusados par a continuación acusar a los instructores del caso, el fiscal Miguel Ángel Subirán y el juez Manuel Penalva.
La realidad es que Cursach pasó de estar acusado de hasta quince delitos graves a salir absuelto de todo mientras que los instructores Penalva y Subirán se enfrentan a un juicio.
El mismo fiscal
Es, precisamente, el mismo fiscal que entre lágrimas pidió perdón por las acusaciones y dejó escapar al empresario de la noche, Bartolomé Cursach, y a todos los acusados de múltiples delitos, quien ha firmado el escrito en el que pide apertura de juicio oral contra Penalva y Subirán. En el escrito remitido al Tribunal Superior de Justicia de Baleares el pasado 18 de enero, Herranz y el otro fiscal anticorrupción, Fernando Bermejo, solicitan 118 de prisión para Penalva y 121 años para Subirán.
A tenor de los datos que se van conociendo, todo indica que desde el principio la misión era cuestionar y desacreditar a los testigos, exculpar a todos los acusados y actuar contra los instructores Penalva y Subirán. De hecho, para poder procesar a Penalva y Subirán era preciso exculpar a los acusados, dado que si eran condenados se avalaba el trabajo de los instructores. La desacreditación de los testigos ya ha tenido una primera consecuencia como es la denuncia presentada por dos policías locales de Palma ante la Fiscalía General del Estado contra el fiscal Tomás Herranz.
En su denuncia, los dos agentes que fueron testigos de la propia Fiscalía en el juicio acusan a Herranz de «cometer los delitos de injurias y calumnias» al imputarles éste toda una serie de hechos delictivos «sin ningún tipo de sustento probatorio, de forma totalmente falsaria, aparentemente habiendo incluso predispuesto previamente la prueba a tal fin, y con claro conocimiento de su falsedad y un temerario desprecio hacia la verdad, con intención de desprestigiar y desacreditar el buen nombre, imagen y reputación». El fiscal Herranz los acusó de hechos tan graves como «haber recibido sobornos, de haber realizado actos de presión sobre locales de Cursach, de falso testimonio, de obstrucción a la justicia, y de haber mantenido una relación íntima con el fiscal instructor, Miguel Ángel Subirán».